entrar
Cuando las pintadas empezaron a inundar los muros de Nueva York en los años setenta, nadie creía que aquel fenómeno urbano fuera a durar mucho. Martha Cooper se puso a inmortalizarlo con su cámara. Y así sigue medio siglo después
Cuando las pintadas empezaron a inundar los muros de Nueva York en los años setenta, nadie creía que aquel fenómeno urbano fuera a durar mucho. Martha Cooper se puso a inmortalizarlo con su cámara. Y así sigue medio siglo después